Ser cuidadosos con las cosas que poseemos puede marcar una gran diferencia en el tiempo que las tengamos a nuestro lado. Y el calzado de cuero, por supuesto, no es la excepción.
El aplicar una serie de cuidados a nuestro calzado de cuero va a prolongar su, ya de por sí, larga vida útil. Y algo muy importante, es que va a ver extendida su vida en excelentes condiciones, las mejores que un calzado puede desarrollar gracias a la composición natural de su material prácticamente inigualable.
Un calzado de cuero es transpirable, mantiene la piel sana y seca, se adapta a la forma de nuestros pies para brindar un nivel de confort único, es de fácil limpieza y, por si fuera poco, es resistente, reparable y sustentable, sobre todo al contrastarlo con los materiales de origen sintético.
Por todas estas razones, qué mejor que cuidar celosamente nuestros zapatos, botas, botines, sandalias, babuchas, zuecos, mocasines y cualquier calzado que tenga la dicha de ser elaborado en cuero natural. Nuestros pies lo agradecerán. Y nuestro bolsillo, también.
Calzado de cuero: cuidados generales
Unos muy buenos consejos para el cuidado del calzado de cuero son los que tienen que ver con el uso habitual que le brindamos. El día a día puede marcar la diferencia entre tener un calzado de cuero en las mejores condiciones o no.
Eso sí, no queremos decir que tengas que andar “pisando sobre huevos” cada vez que uses o guardes tus zapatos preferidos. Simplemente se trata de saber qué le hace bien y qué le hace mal al cuero para tomar los resguardos o los cuidados necesarios cada vez que se necesite.
Limpieza habitual
Lo aconsejable es limpiar tu calzado de cuero cada vez después de ser usado y antes de guardarlo.
Hay que eliminar todos los rastros de tierra, barro, agua y cualquier otro agente extraño al material, así estarás protegiendo la integridad del cuero de tu calzado.
Para ello basta usar simplemente un paño seco y frotar, frotar y frotar. Aunque también existen técnicas más trabajadas que puedes conocer haciendo click aquí.
Sol, temperatura y humedad
Así como es importante la limpieza, también lo son las condiciones de almacenamiento.
Guardar adecuadamente nuestro calzado de cuero va a impactar directamente en su duración y condiciones idóneas.
Lo primero a lo que debemos prestar atención al guardar el calzado de cuero, es que no sea en un lugar expuesto directamente a los rayos del Sol.
Lo segundo, que no haya temperaturas extremas: mucho frío o calor puede dañar la composición del cuero, sobre todo si la exposición a las temperaturas extremas es prolongada.
Y lo tercero, la humedad: lo mejor es nunca guardar zapatos de cuero que estén húmedos o derechamente mojados, ya que pueden deformarse y cultivar malos olores. Tampoco hay que guardarlos en lugares con humedad: el baño y la cocina no son una buena idea.
Tomando en cuenta todos los factores anteriores, los lugares adecuados para guardar el calzado de cuero son el armario, las zapateras estratégicamente ubicadas y, para sorpresa de muchas, debajo de la cama.
Otros tips de guardado y cuidado
No al plástico
Algo que nunca hay que hacer, al momento de guardar el calzado elaborado en cuero, es ponerlo dentro de una bolsa plástica.
Recordemos que una de las propiedades del cuero es su transpirabilidad o, en palabras simples, su capacidad para transferir la humedad tanto hacia dentro como hacia fuera.
Por lo tanto, al ser envuelto en plástico, el cuero deja de “respirar”. Esto puede traer consecuencias negativas como decoloración y, más terrible aún, deformación del calzado.
Lo que corresponde es, en caso de que quieras envolver tu calzado para protegerlo del polvo u otros elementos nocivos, usar papel que no contenga trazas de ácido. Así estarás brindándole un contacto con un material de origen natural que no impide la circulación del aire y la humedad.
Nunca apilar calzado
Por muy lógico que parezca, nunca está de más recordarlo: los zapatos no se guardan amontonados unos sobre otros, nunca. Y menos si son de cuero.
Al apilarse caóticamente, los zapatos se aplastan y ensucian. Y nadie quiere zapatos deformes y llenos de suciedad en su capellada. Incluso, el calzado de cuero puede presentar marcas y rayones producto del roce con los otros zapatos.
Y así hemos llegado al final de estos sencillos, pero muy eficaces y útiles consejos. Esperamos que los puedan aplicar en casa cotidianamente para que así les den los cuidados que se merecen a todos sus zapatos de cuero.